Queridos amigos, había una vez un país en el que un señor llamado promotor inmobiliario visitaba a otro señor llamado banco y le decía: mira allí a tomar por saco del término de nuestro pueblo hay un patatal baldío, ahora no vale nada, pero pronto se recalificará construiremos chiquicientos mil chalets con sus piscinitas y nos forraremos. ¿estás seguro le preguntaba el señor banco? Hombre, claro le decía el señor promotor. No te das cuenta de que nuestro pueblo tiene 10.000 habitantes y quiere crecer hasta llegar a 25.000 habitantes. Pero qué dice el alcalde preguntaba el señor banco y el señor promotor respondía: sólo quiere hacer caja, con el urbanismo financia sus obras.
Vale, de acuerdo decía el señor banco y preguntaba ¿cuánto necesitas para comprar el patatal? No sé, los patatales están ahora muy caros, hay mucho comprador y los vendedores no sueltan el suelo sin más. No te preocupes le decía el señor banco ¿será por pasta?.
Y el señor banco iba a los mercados internacionales de dienro y pedía un dinero para dejaéselo al señor promotor y el señor promotor compraba el patatal.
Ahora el señor promotor debe devolver el dinero al señor banco y el señor banco debe devolver el dinero a los mercados.
Ayer pasé por el el patatal. Las patatas, regular, de chalets nada de nada.